DON MELITÓN MARTÍN (Nº 39, pág. 242)
Nació en Segovia el 9 de marzo de 1820. Sus padres fueron D. Pedro Martín de Bartolomé y Dª. Josefa Arranz. D. Pedro fue diputado en los azarosos tiempos de 1822 y 1823, después de haber ejercido la abogacía con notable lucimiento, de haber sido asesor del Cuerpo de artillería y de haber desempeñado la jefatura política de su provincia, emigró desde Cádiz á Inglaterra, á donde le siguió su esposa con seis hijos, en 1828.
En aquel país permaneció D. Melitón hasta fines de 1840, año en que regresó á su patria, en donde se proponía ingresar en el Cuerpo de ingenieros civiles; pero sus propósitos, como había estudiado en el extranjero, se estrellaron en el Reglamento de la Escuela, y permaneció estudiando y trabajando hasta 1848 en que se hizo cargo de la fábrica de gas de Madrid, que se encontraba en un estado deplorable. Cuando dejó esta dirección en 1856, Madrid tenía ya 17.000 luces.
Desde 1852 hasta 1856 estuvo de ingeniero jefe del ferrocarril de Aranjuez, Tembleque y Albacete. Entonces formó en la academia gratuita para obreros que abrió en su casa, los primeros maquinistas españoles, y el comercio de Madrid recuerda aún la manera que tuvo de desempeñar su cargo. En aquella época fue cuando, luchando contra las inundaciones de 1855, construyó un puente provisional sobre el Tajo y otro sobre el Jarama, ambos desbordados, en siete días, y el atrevido puente del Abroñigal, en doce, empleando para ello, y por primera vez en España, la luz eléctrica.
No poseemos datos para detallar todo lo que desde entonces ha trabajado este ingeniero en beneficio de los adelantos de su patria. Sabemos que construyó los cuatro grandes sifones del Canal de Isabel II; que seis ó siete ciudades le deben el alumbrado de gas; que planteó las primeras labores serias en las minas de hulla de León y de Bélmez; que hizo varios estudios de caminos de hierro en España y Portugal; que introdujo industrias; que creó fábricas; que muchos hombres y comarcas le deben su bienestar, y que, por fin, ha luchado durante diez años por construir los ferrocarriles de Asturias y Galicia, los cuales ya estarían terminados si (según han demostrado los sucesos) se hubieran seguido sus sanos y prudentes consejos. Sólo la obra del difícil y comprometido túnel del Caleyo hubiera bastado a cualquier país para labrar una reputación envidiable.
Este es el ingeniero. El escritor no es menos notable.
En su obra Pónos (el Trabajo) se adelantó á muchos de los descubrimientos posteriores, y en ella dejará un monumento cuyo valor crecerá con los siglos. Su Leyenda del Trabajo es el Pónos compendiado para vulgarizar la sana doctrina. Su Filosofía del sentido común, según la expresión de uno de nuestros primeros estadistas, sobrenadará cuando las demás se vayan a fondo. Su Conato de clasificación de los conocimientos humanos, es el trabajo más completo de su género que existe en Europa, y su Memoria Las Huelgas premiada por la Económica Matritense, puede recomendarse como un modelo acabado de la manera de tratar los problemas sociales.
Los escritos sueltos, informes, memorias, etc de D. Melitón Martín, casi todos notabilísimos, como El Memorial á S. M. y La Cartilla del Trabajo, son tantos que no los podemos enumerar.
Por fin, acaba de dar á luz en París Le Travail humain, son analyse, ses lois, son évolution, obra escrita en francés, y con la cual se ha acabado de granjear la consideración de todos sus compañeros de Jurado, y de cuantas personas le han tratado durante el desempeño de aquel cargo en la Exposición francesa.
Sentimos que la falta de espacio no nos permita insertar aquí el notable brindis de nuestro compatriota en una comida de la clase 54, y la lisonjera contestación del ingeniero Comberousse. Es aquel un pequeño discurso que honra á España, por la sencilla profundidad de la doctrina que apunta.
En la pág. 244 damos un retrato, copia de fotografía, de este sabio ingeniero y correcto escritor. El hombre está pintado con dos pinceladas. Jamás ha querido solicitar la viudedad de su madre y la mantuvo, lo mismo que á sus hermanas, con su trabajo. Ingeniero del gas de Palacio, y apreciado por todos los hombres de posición, ninguna distinción tiene, porque ninguna ha solicitado. Nadie podía vivir como él en la opulencia: pocos conservan su honra tan pura é inmaculada.
R. Villanueva
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(Aportación de Leopoldo Marcos Marina)
1 comentario:
"Diputado a Cortes" = Member of Parliament (Pedro)
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